Ramon Gerardo Maldonado

Irrumpí en la pintura en el año 2007, digo irrumpí, porque no tengo estudios formales de pintura en ninguna Academia o Escuela de Arte. Simplemente, un día de verano, bajo el cielo de esta hermosa ciudad de Caracas y frente al majestuoso Ávila, decidí dar inicio a esta matriz creadora de colores y plasmar sobre blancos lienzos, los cientos de colores y figuras que se agolpaban en mi mente. No hice pruebas, ni comencé con lienzos pequeños, sólo seleccioné de antemano el material que iba a utilizar, la pintura Acrílico y una espátula, tomé un lienzo de dimensiones: 0,80 metros x 1,60 metros y comenzó la más hermosa aventura artística que me acompañará hasta el último de mis días.

La plasticidad de la pintura acrílica me proporciona muchos beneficios, su rápido secado confabula con la matriz creadora para trabajar simultáneamente en varias obras o creaciones a la vez. Mis pinturas son para tocar, palpar, están llenas de texturas, la técnica del empastado me permite lograr cierta tridimensionalidad a mis motivos, mis cuadros realmente están cargados de pintura, de color. En mi corta trayectoria artística, dos obras tienen comentarios especiales: “Sala Van Gogh” (Tamaño: 0,75 metros x 1,0 metros), realizada como homenaje a ese extraordinario pintor (1853-1890), esta obra fue observada por el Director del Museo de Van Gogh en Ámsterdam, Holanda el Sr. Axel Ruger y finalmente donada al excelentísimo Señor Embajador de los Países Bajos Van Vloten Dissevelt aquí en Venezuela. La segunda obra “Quai Branly N°1” (Tamaño: 0,40 metros x 0,60 metros), en homenaje al hermoso Museo Quai Branly, fue realizada en dos ciudades francesas, París y Saint Brieuc.

Hasta el momento que escribo esta semblanza he realizado 30 obras desde que irrumpí en el 2007, todas ellas esperan impacientemente ser vistas y reconocidas en el mundo entero, esperando regalar su mensaje, textura y colorido a un mundo cada vez más necesitado de sueños e ilusiones.