Rafael Rangel

Rafael Rangel was born in New York in 1978. Lives and works in Miami, Florida. He graduates with honors in Visual Arts at Pratt Institute in 2001. That same year, he works as an assistant for Matthew Barney and starts his exhibiting career. From then, has participated in group shows in Germany, Canada, Spain, United States and Venezuela. In 2013 he had a mayor solo exhibition at the museum Centro de Bellas Artes de Maracaibo, Venezuela. His works has been exhibited in Venezuela at the most important museums such as Museo de Arte Contemporáneo de Caracas MAC, Galería de Arte Nacional, Museo de Bellas Artes, Centro de Bellas Artes de Maracaibo and MACZUL. Among the awards he received, stand out the Pérez Mujica Award, Armando Reverón Award of the Salón Arturo Michelena and the Venezuelan National Young Artist award from AVAP. He is commissioned by local authorities to produce large scale public art in Margarita island and Sabana Grande Boulevard in Caracas. Rangel’s work belongs to distinguished institutional and private collections such as Coleccion Mercantil and Universidad Simon Bolívar among others.

Artist Statement

“Unutility”

We are continuously seeing patterns in objects of massive consumption that surround us. A foam cup or a plastic spoon has a definitive design that becomes part of our socio-cultural visual acceptance. There are lines and shapes in this objects created by standardized mega-industries and anonymous designers that shows a mayor part of the aesthetics of our time. We identify with these utilitarian objects because they belong to our daily life. Turning them 90 degrees, usually as Duchamp did in some of his ready-made Fountain or using formal sources heritage from modernism like repetition or geometric abstraction compositions, the lines and visual mediums contained in these artifacts begin to be dissected, creating an anonymous abstract image from the graphic zingiest. Removing the object’s function, its meaning becomes symbolic, internal and poetic, among other things, revealing visual questions generated by the pre-established lines of a language that surround us endlessly and that keeps mutating interacting with an object/consumer in a relational standardized and fetished space.

Rafael Rangel nació en Nueva York en 1978. Vive y trabaja en Miami, Florida. Se gradúa con honores en Artes Visuales en el Instituto Pratt en 2001. Ese mismo año, comienza su carrera mostrando exhibiciones mientras trabaja como asistente para Matthew Barney. A partir de entonces, ha participado en varias muestras colectivas en Alemania, Canadá, España, Estados Unidos y Venezuela. En el 2013, tuvo su primera muestra individual de gran transcendencia en el Museo de Bellas Artes de Maracaibo, Venezuela. Sus trabajos han sido expuestos en Venezuela en los museos más importantes, tales como: Museo de Arte Contemporáneo MAC, la Galería Nacional de Arte, el Museo de Bellas Artes, en Caracas; y en el Centro de Bellas Artes de Maracaibo y MACZUL. Entre los premios que ha recibido, destacan el Premio Mujica Pérez, Premio Armando Reverón del Salón Arturo Michelena y el premio Nacional de Venezuela, joven artista de la AVAP. Es comisionado por las autoridades locales para producir arte público a gran escala en la isla de Margarita y en el Boulevard de Sabana Grande, en Caracas. El trabajo de Rangel se encuentra en diferentes colecciones privadas y en distinguidas colección institucionales tales como: La Colección del Banco Mercantil, Universidad Simón Bolívar, entre otros.

Declaración del artista

“Unutility”

Continuamente estamos viendo patrones de objetos de consumo masivo que nos rodean. Una taza de espuma o una cuchara de plástico tiene un diseño definitivo que se han convierto parte de nuestra aceptación visual sociocultural. Hay líneas y formas en los objetos creados por estas mega-industrias estandarizadas y diseñadores anónimos que muestra una parte importante de la estética de nuestro tiempo. Nos identificamos con estos objetos utilitarios porque pertenecen a nuestra vida diaria. Al girando estos objetos 90 grados, generalmente como Duchamp lo hizo en muchos de sus “ready-mades”, o utilizando la herencia formal del modernismo como son la repetición o la geometría abstracta, las líneas y medios visuales contenidos, estos artefactos comienzan a ser diseccionados, creando una imagen abstracta en el anonimato del zingiest gráfico. Al eliminar la función del objeto, su significado se vuelve simbólico, interno y poético, entre otras cosas, revelando preguntas visuales generados por las líneas preestablecidas de un lenguaje que nos rodean sin fin y que mantiene la mutación al interactuar con un objeto / consumidor en un estándar relacional y fetichismo del espacio.